95andesEl día 28 de abril de 2016 se conmemoró el 95° aniversario del cruce de Los Andes por Adrienne Bolland en las dependencias del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio ubicado en Avda. Pedro Aguirre Cerda N° 5000, Los Cerrillos, se contó con la presencia de la ministra de defensa (s) Paulina Vodanovic Rojas, el Comandante en Jefe (s) de la Fuerza Aérea de Chile, General de Aviación Lorenzo Villaló, el Director del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, General Ricardo Gutiérrez, el Presidente del Instituto de Investigaciones Históricas Aeronáuticas de Chile, Norberto Traub, la Presidenta de la Agrupación de Mujeres Piloto de Chile “Alas Andinas”, Carmen Luz Ovale, la destacada piloto Margot Duhalde, entre otros.

En la ocasión se recordó la hazaña de Adrienne Bolland, además de realizar el lanzamiento de un matasellos y de sobres conmemorativos de la hazaña además del relato de Margot Duhalde sobre Adrienne Bolland a quien tuvo el privilegio de conocer.

A continuación, una breve reseña de Adrienne Bolland:

Adrienne Armande Pauline Bolland nació en Arcueil (Val-De-Marne, Francia), el 25 de noviembre de 1895.
A la edad de 24 años logró obtener la licencia de piloto y fue contratada por Renneé Caudron como piloto de pruebas. Convenció a su jefe para que le permitiera atravesar el Canal de la Mancha, hazaña que consiguió el 25 de agosto de 1920.

Adrienne deseaba hacer algo grande, así que no paró hasta conseguir que su jefe patrocinara la travesía de la Cordillera de los Andes.

El 9 de enero de 1921, junto a su mecánico Duperrier, llegó a Buenos Aires. El vuelo se realizaría en un CAUDRON G3, fabricado por SOCIETÉ DES AVIONS CAUDRON (fundada por los hermanos Gastón y Renné en 1909).

Era un avión de reconocimiento que ya había sido utilizado durante la batalla del Marne (1914). El CAUDRON G3 tenía una envergadura de 13,40 metros y una longitud de 6,40 metros.

Un motor LE RHÔNE de 80 CV le proporcionaba una velocidad de 108 km/h y un techo de servicio de 4.000 metros, insuficiente para cruzar la Cordillera.

Cuenta Adrienne que la noche anterior a la aventura, una misteriosa mujer entró en su habitación y le advirtió que debía fijarse en un lago en forma de ostra y, también, en la cima de una montaña que tenía la forma del respaldo de una silla volcada.

El 1 de abril de 1921 a las 7:30 AM partió del aeródromo “Los Tamarindos“(Actualmente “El Plumerillo”), con la máxima ropa de abrigo posible, mameluco grueso, se unta con grasa y bajo la ropa se cubre con papel de diario para resistir las muy bajas temperaturas de Los Andes. Al llegar a las montañas le costó mucha energía controlar el avión, así como soportar el frío extremo. Las corrientes de aire zarandeaban el pequeño G3 y, en ocasiones, lo empujaban hacia abajo.

De repente, en plena confusión, vio el lago en forma de ostra y giró hacia la izquierda hacia la pared en forma de silla para descubrir que una corriente de aire la impulsaba hacia arriba. Llegó al puerto de las Cuevas y, tras atravesar una oscura garganta, salió a campo abierto y divisó Santiago de Chile.

Después de un vuelo de 4 horas, logró divisar Santiago de Chile y aterrizar en aeródromo y Escuela Militar de Santiago de Chile “Lo Espejos” (Actualmente base aérea “El Bosque”), fue agasajada por todo el mundo menos por el embajador francés que pensó que era una broma.

Adrienne, después de fracasar en su objetivo de volar entre Río de Janeiro y Buenos Aires, volvió a Francia en 1923, donde continuó realizando exhibiciones y competiciones aéreas. Colaboró con la Resistencia francesa durante la II Guerra Mundial. Adrienne Bolland murió el 18 de marzo de 1975 en París.

La valiente, decidida y, también inconsciente, Adrienne sólo contaba con una experiencia de vuelo de 40 horas, cuando decidió volar por encima de los Andes, desde Mendoza (Argentina) a Santiago de Chile.

Con la licencia de vuelo obtenida en enero de 1920, a los siete meses ya se había convertido en la segunda mujer en atravesar el Canal de la Mancha.

Trabajaba como piloto de pruebas para Reneé Caudron quien pensaba, con el machismo característico de la época, que el hecho de que una mujer pudiera hacer volar sus aviones, demostraba la facilidad de su pilotaje.
Adrienne logró convertirse en la primera aviadora que atravesó los Andes el 1 de abril de 1921, en 4 horas y 17 minutos, superando alturas de 4.200 metros.

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Lugar de la conmemoración: MNAE
Fecha de la conmemoración: 28 de Abril del 2016
Cobertura: Guillermo Sánchez, Fidaegroup