Esta primera feria del Siglo XXI, que se desarrolló más tarde que de costumbre, del 27 de marzo al 3 de abril, siguió con el ya veterano programa F2000, todavía sin resolver. Mientras tanto se reactivaban los vuelos populares, pero esta vez en Boeing 737 de LAN-Chile, por cierto más modernos que los DHC-6 “Twin Otter” de antaño, pero menos románticos.

Novedades nacionales, sí hubo, con la presentación por parte de la Fuerza Aérea de Chile de dos Boeing 707 de tareas especiales, profundamente transformados: el denominado “Aguila” de reabastecimiento en vuelo, y sobre todo el monstruoso “Cóndor” de alerta aérea temprana, resultado de los estudios de la industria israelí, inconfundible con su narizota exageradamente voluptuoso. El Cóndor y su compañero sólo se quedaron unas horas, para la prensa, antes de desaparecer hasta la próxima edición. El Ejército volvió a traer su Cessna “Grand Caravan”, mientras que la Armada de Chile se hacía presente con un Cessna O-2 de la Aviación Naval. Por el lado civil la compañía Copters seguía sorprendiendo, esta vez con un nuevo helicóptero Eurocopter “Dauphin”, igual de rojo que el “Cobra” ya visto en la edición anterior.

Siempre muy vigente a pesar de las fechas-tope ya alcanzadas, el programa F2000 veía de nuevo enfrentarse a sus participantes, aunque reducidos a tres solamente, habiéndose eliminado de la contienda el F-18. De nuevo, dos F-16C, monoplaza y biplaza, llenaron con su rugir el cielo de Los Cerrillos en las manos expertas de Capitán Mark Proulx. Francia y Dassault, por su parte, vinieron con dos Mirage 2000-5 Mk.2 y un biplaza Mirage 2000B, y la firma sueca Saab, bien apoyada por la British Aerospace británica, con dos JAS-39 “Gripen”, incluyendo su nuevísimo biplaza JAS-39B.

Acompañando y apoyando a cada delegación, se pudo apreciar por el lado norteamericano a un gigantesco transporte estratégico Lockheed C-5B “Galaxy”, una nueva participación del bombardero B-1B “Lancer”, un OC-135 y los helicópteros Bell AH-1W “Super Cobra” y HH-6OH “Seahawk” de la US Navy, la armada de EE.UU. Los Mirage franceses contaban con el apoyo de un C-130H y de un reabastecedor KC-135FR de su propia fuerza aérea, y los cazas suecos con un C-130H “Hércules” que sirvió de plataforma fotográfica para tomas espectaculares del JAS-39 sobre los Andes.

Lejos de la competencia del F2000, la delegación británica se componía de dos “Tornado” GR.4 modernizados apoyados por un C-130H-30, reconocible por su fuselaje más largo, y un reabastecedor VC-10. Una maqueta a escala natural del “Hawk” de entrenamiento avanzado completaba la muestra británica. La industria española trajo por primera vez su nuevo transporte bimotor táctico C-295, derivado del CN-235 de los años precedentes, y la rusa se encontró representada solo por el monomotor de turismo e instrucción Iliushin Il-103, que ya había logrado un éxito al ser comprado seis ejemplares por la Fuerza Aérea Peruana. De Alemania había venido otra maqueta a escala 1:1, el proyecto de entrenador “Mako”.

A pesar de todo, y como un presagio del futuro, la novedad menos esperada y más impactante la brindó la aviación sudamericana con los McDonnell Douglas A4AR de la Fuerza Aérea Argentina, y sobre todo los aparatos de patrullaje e inteligencia electrónica de la Fuerza Aérea Brasileña, que forman parte con el EMB-314 “Tucano ALX” del programa SIVAM de vigilancia del Amazonas. Así el Embraer ERJ-145 SA AEW&C lucía el radar ultra-moderno Ericsson “Erieye” de barrido electrónico sobre la parte superior de su fuselaje, mientras que el ERJ-145RS mostraba las protuberancias de su radar SLAR, además de un sistema de visión FLIR.

Adicionalmente, se presenta al público el avión de instrucción avanzada de ENAER, una mejora del instructor T-35 Píllán, hablamos del DT-35 Turbo Pillán que logra en Marzo de ese año el Record Guinnes como la aeronave más rápida de su categoría.

Igualmente significativa resultó la importante presencia de la aviación civil y comercial en esta primera feria del siglo, empezando por el majestuoso cuatrimotor de largo alcance Airbus A340, también adquirido por LAN-Chile. Boeing, por su parte, había elegido el otro lado del espectro con el modesto B717, un nuevo nombre para una modernización más del clásico DC-9. Pero entre el gran número de otros aviones civiles, se pueden señalar los Saab SF-340 y 2000, el ERJ-135 brasileño, de nuevo el Gulfstream IV, un “Grand Caravan” civil, los Socata TBM-700 y TB-20 franceses, y los helicópteros Eurocopter EC-120 “Colibri”, Bell 407 y McDonnell Douglas MD600N (monomotor) y MD-900 “Explorer”, que despertaron mucho interés entre el público aficionado por la ausencia del rotor de cola.

El espectáculo fue como siempre asegurado por los “Halcones”, dueños de casa, ya que tienen su base en Los Cerrillos; por la “Fumaça” brasileña, pero también por una atracción recordatoria de tiempos más heroicos de la aviación, gracias a un Grumman “Agcat” (por cierto muy modernizado y remotorizado) que sirvió a una valiente acróbata brasileña para hacer revivir el clásico “Wing Walking”.

Los ausentes se olvidan fácilmente, y casi nadie recuerda hoy de los proyectos de presencia del E-2C “Hawkeye” de la US Navy, de un avión de línea (antiguo) Tupolev Tu-154 de la República Checa, de una nueva participación de los F-15C de la USAF, y lastimosamente, del espectacular Antonov An-70 de transporte.

La aviación civil ya está tomando demasiado terreno y los negocio cada año son la prioridad de la feria. (Rafael Shinya)

Fuente: FIDAE SKIES (CIELOS DE FIDAE 2004)

FIDAE 2000, Los Cerrillos