• Por primera vez se realizará el crucero CIMAR 29 Fiordos donde se efectuarán estudios en diversos ámbitos de las ciencias del mar, en sectores oceánicos de la plataforma continental del país, entre el canal Chacao y el Cabo de Hornos, a bordo del AGS 61 Cabo de Hornos.

Este exitoso programa de investigación es el resultado del accionar conjunto de la Armada de Chile, que contribuye con el buque de investigación AGS 61 Cabo de Hornos; y para este año, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) que permitirá contar con los recursos para operar el buque y el desarrollo de los estudios científicos, además de las universidades que aportan con sus investigadores, técnicos y laboratorios.

Para la Directora subrogante de la  Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, Fabiola Cid, el zarpe de este crucero en zonas remotas marca un hito, pues servirá para tener evidencia científica respecto del cambio climático, en la zona del sur de Chile y de esta manera aportar con un granito de arena a lo que se tiene respecto a data y monitoreo. También es importante el financiamiento que hacemos a todo tipo de ciencia, “sabemos que la ciencia del mar es costosa, por lo mismo estamos aportando desde la Agencia. Hay siete proyectos seleccionados, que no solo van a ver cosas respecto a oceanografía pura y dura, sino también, estudios con las ballenas, de marea roja, de la columna de agua, por ejemplo; entonces cubre una zona muy amplia del conocimiento, es un crucero que va a ser bien completo en ese sentido”.

Por su parte, el Director del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada y presidente del Comité Oceanográfico Nacional (CONA), Contraalmirante Arturo Oxley señaló que este crucero permitirá tener una base de información oceanográfica que facilitará una mejor administración y protección del área investigada. Adicionalmente, va a dar cuenta de lo que es el Plan Oceanográfico Nacional, “plan que está constituido del año 2021 hasta el 2030 y que, de alguna manera, responde a lo que se llama el decenio de los océanos inspirado y promulgado por las Naciones Unidas y que nosotros como  Comité Oceanográfico Nacional, somos el representante de Chile frente a esta organización”.

Vale destacar que la expedición científica se enmarca en el Plan Quinquenal de Actividades 2023-2025 del programa de Cruceros de Investigación Marina en Áreas Remotas (CIMAR), cuyo objetivo general contempla el estudio de los ámbitos físico, químico, biológico y geológico de la oceanografía.

En esta misma línea Juan Fierro, Secretario Ejecutivo del CONA señaló que el presente crucero “contribuye a ampliar y entregar  herramientas a las autoridades para una mejor toma de decisiones, en particular para la creación de nuevas áreas marinas protegidas, el mantenimiento de los programas generales de manejo de esas áreas y cualquier política pública que se quiera establecer a nivel país”.

Iván Pérez, investigador del centro de IMAR de la Universidad de Los Lagos, señaló que este crucero es histórico para la hidrografía en Chile, pues es el primero que va a estudiar la corriente del Cabo de Hornos y “era una deuda de la oceanografía de Chile poder llegar hasta este lugar tan lejos para nosotros y trabajar en condiciones oceanográficas difíciles para y hoy, gracias a esta plataforma que tiene disponible la Armada en coordinación con el SHOA y el CONA, se hace  posible que la ciencia no tenga límites y podamos finalmente concluir con el estudio”.

En los 29 días que dura el crucero, los investigadores desplegarán sus  equipos y tecnología especializada para obtener y analizar muestras de 33 estaciones oceanográficas, que les permitirán adquirir información clave para el desarrollo de sus proyectos, muestreos día y noche en las aguas oceánicas del extremo sur, cuyas condiciones meteorológicas y oceanográficas para la navegación y el trabajo en las estaciones son particulares.

Entre los proyectos, destaca el estudio de las micro algas productoras de la marea roja y su contribución al entendimiento del fenómeno, que regularmente afecta al país y que genera problemas a la salud pública, a las actividades acuícolas y al turismo de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, lo que marca un hito, ya que es la primera vez que se podrá recopilar información de este tipo en la zona de estudio.

Adicionalmente, se realizarán análisis para ampliar el conocimiento sobre las fuentes de alimento del zooplancton y cómo estos se distribuyen a lo largo de la zona exterior de la Patagonia, dado que este amplio sector corresponde a áreas de desove y crianza de especies de peces de gran valor comercial para el país, como son la merluza austral y de cola, además de ser una zona de migración para algunas especies de cetáceos.

En esta misma línea, biólogos marinos chilenos evaluarán la influencia de los procesos oceanográficos y accidentes geográficos marinos sobre la distribución de cetáceos a los largo de la Patagonia. Estos resultados contribuirán al logro de los objetivos de distintas instituciones públicas, tales como la certificación de las pesqueras nacionales ante la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, de acuerdo al Marine Mammal Protection Act, cuya ley establece una moratoria sobre la captura e importación de mamíferos marinos, incluidas partes y productos, así como también define la responsabilidad para la conservación de los mamíferos marinos.

Otro de los proyectos que se ejecutarán busca aumentar el conocimiento sobre las comunidades de organismos que habitan los fondos marinos, y de esta manera, lograr una comprensión de los puntos de importancia ecológica en que ellos habitan, y contribuyendo a la implementación de estrategias de conservación y protección de la biodiversidad marina, a través de una base científica sólida para la toma de decisiones y el establecimiento de nuevas áreas marinas protegidas.

Resulta importante destacar que, en esta región del Pacífico sur oriental, confluyen grandes sistemas de vientos que favorecen la humedad y precipitaciones hacia la Patagonia, así como el transporte de masas profundas de agua hacia la superficie que permiten el ingreso de nutrientes que favorecen la vida, convirtiéndola en un reservorio de biodiversidad asociada a hábitats únicos en el planeta, lo que debería llevar al país a reflexionar sobre lo crucial que resulta la toma de acciones colectivas que permitan proteger los océanos, utilizando de manera sostenible y sustentable sus recursos y así recuperar sus potenciales y garantizar su salud y riqueza.

Finalmente, el Comandante del AGS 61 “Cabo de Hornos”, Capitán de Fragata Francisco Abarca, destacó el valor que tiene para él y su dotación participar del presente crucero al señalar que “nosotros aportamos al desarrollo de la nación realizando investigación científica, no solamente como Institución, sino también cooperando y trabajando en conjunto con  universidades y distintas organizaciones. Lo importante es la coordinación y la relación humana, ahí está el secreto de lograr el mayor provecho de todas las comisiones que hagamos”.

 

Armada de Chile para FGMEDIA.cl