Llevada a cabo entre el 9 al 16 de marzo, esta nueva edición de la FIDA contó con 135 expositores llegados de 18 naciones. Fue la primera vez que los niños pagaron la suma de 100 pesos para ingresar en el recinto, pero el costo para los vuelos populares del bautizo aéreo ($ 300) siguió siendo abordable para la mayoría de los aficionados.

Esta edición fue también un año de sorpresas. La mayor fue la presentación de una nueva versión del T-35 “Pillán”, caracterizada por su turbina norteamericana Allison y denominada T-35TX “Aucán”. Muchos especialistas mundiales no pensaban que fuera posible tal hazaña de parte de una industria tan recientemente constituida. Pero hubo más, ya que también se presentó al mundo el nuevo caza Mirage 50CD modificado que sería posteriormente conocido como “Pantera”, en servicio en la Fuerza Aérea de Chile. También apareció por primera vez en público el helicóptero Bo.105 ensamblado por ENAER en el marco de un contrato de producción bajo licencia, firmado por la empresa chilena y la MBB alemana. El empresario nacional Carlos Cardoen, después de dedicarse con gran éxito a la producción de bombas de racimo y de vehículos blindados, presentó un helicóptero armado derivado del Bell 206 norteamericano que le daría muchos dolores de cabeza, pero dio un paso adelante en la tecnología nacional. Finalmente, la exhibición estática de un biplaza de entrenamiento español CASA C-101 cargando bajo sus alas dos misiles aire-superficie anti-buques “Sea Eagle”, y bautizado en la oportunidad como A-36MX, sería el preludio a la firma de un acuerdo de producción bajo licencia del jet español por la empresa nacional ENAER, un programa que iba a consolidar definitivamente la imagen industrial y la reputación profesional de Chile.

El apasionado público pudo admirar, además, las máquinas traídas por los expositores extranjeros: el nuevo biplaza de entrenamiento IA-63 “Pampa”, de la empresa Argentina FAMA, un Lockheed C-130P de rescate presentado por la USAF, el nuevísimo Pilatus PC-9, que llegó en vuelo a Chile después de un maratón aéreo, el avión ejecutivo “Gulfstream III”, y para el encanto general, el helicóptero Bell 222, entonces héroe de la serie televisiva “Lobo del Aire”.

“Halcones” y “Fumaça” fueron rivales fraternales en sus rutinas acrobáticas, y un helicóptero Bo.105 demostró que pese a ser pequeño podía ser fuerte, al levantar del suelo un Volkswagen Escarabajo. Esto hizo olvidar la ausencia del “Jaguar” prometido por la Fuerza Aérea del Ecuador.

FIDA 1986, El Bosque

ENAER comienza a mostrar los dientes y a demostrar que tiene un alto grado de profesionalismo para ensamblar, construir, mantener y actualizar cualquier aeronave. (Rafael Shinya)

Fuente: FIDAE SKIES (CIELOS DE FIDAE 2004)