Fotografía de Raúl Eduardo Torres Salas en FIDAE 1998

La última feria del siglo tuvo lugar entre los 23 y 29 de marzo, con expositores de 49 países. Como fue previsto dos años antes, su orientación fue definitivamente marcada por el programa de nuevo avión de combate para la FACH, llamado F2000. Este año vio también el inicio de la venta de entradas “profesionales”, más costosas que las del público general, mientras que FIDAE entró ya en el Siglo XXI al mismo tiempo que en el ciberespacio, gracias a la creación de su sitio web, www.fidae.cl. En cuanto a cifras, esta edición de 1998 marcó un hito, con un total de 130 aparatos en exposición y 350 expositores originarios de 47 naciones.

Los anfitriones presentaron este año su programa habitual de aeronaves de todas clases. La novedad pasó por la primera aparición publica del Boeing 737-500 presidencial, a pesar o tal vez gracias a la polémica que lo rodeó, además con la participación de uno de los Boeing 707 del Grupo 10 en su nuevo esquema de pintura, del Gulfstream III de la Comandancia en Jefe de la institución, y de un Cessna O-2 del SAR. La Armada presentó un helicóptero Bo-105, y el Ejército un Cessna “Grand Caravan” y un CASA C-212-300 de transporte. En cuanto a novedades nacionales, la más curiosa fue probablemente el helicóptero Bell “Cobra”, ex-aparato de combate, transformado en aparato anti-incendios a partir de un AH-1G y exhibido por la empresa Copters.

Todos los competidores del programa F2000 se encontraron en FIDAE este año, empezando por los dos F-16C de la 12ª Fuerza Aérea de EE.UU., cuya demostración en vuelo, por cierto brillante, estuvo a cargo del famoso Capitán Bruce “Blade” Everett. Dos F-18C “Hornet” sorprendieron al público al carretear plegando y desplegando sus alas, como gigantes y ruidosas mariposas, mientras que la empresa francesa Dassault llegó a Chile en un vuelo sin escala con nada menos que siete Mirage 2000, cuatro de los cuales se quedaron en Antofagasta para efectuar ejercicios dentro del marco de la “Operación Mermoz” contra los aviones de los Grupos 1, 7 y 8 de la FACH. Finalmente, el más pequeño participante en el concurso, Suecia, también trajo dos de sus nuevísimos JAS-39 “Gripen”.

La industria rusa volvió a los cielos chilenos en 1998, con una muestra más reducida en número de aviones, pero de excepcional desempeño: el nuevo biplaza de entrenamiento MiG AT, un Sukhoi Su-30, pero sobre todo el espectacular Su-37, que congeló al público y los profesionales con su increíble presentación en vuelo, gracias a sus toberas vectorizadas.

El resto del elenco también hizo su gracia. La firma Beech-Raytheon trajo un “Texan II”, versión modificada del biplaza de instrucción suizo Pilatus PC-9, mientras que Lockheed hacía lo propio con un C-130J “Hercules” (llamado a veces “Super Hercules”) y uno de los primeros C-27J “Spartan”, es decir un Fiat G-222 italiano ampliamente modificado. En apoyo de sus Mirage, la fuerza aérea francesa mandó un C-130 H. Venezuela, después de años de promesas, participó por fin con dos de sus ya antiguos F-16A (los únicos entonces en servicio con motores General Electric J-79) mientras que la delegación británica traía otra vez su “Tornado”, pero en versión F3 de defensa aérea, reconocible por su nariz más larga y su esquema de color gris claro, y por última vez, un Nimrod de patrulla marítima. Brasil siguió presente, con un “Tucano ALX” luciendo bajo sus alas nuevos misiles “Piranha” producidos por CTA/Mectron.

No todo fue militar en esta feria, ya que Airbus, animada por la reciente compra por LAN-Chile de veinte aviones del modelo A-320 traídos en 1994, se animó en traer el A330, el bimotor más grande del mundo, capaz de volar de Buenos Aires a París sin escala. Por el lado de los aviones ejecutivos, Cessna mostró su “Citation X”, entonces el “bizjet” más rápido del mundo, mientras que Bombardier hacía lo propio con sus “Learjet 60” y “Challenger 604”. La compañía Bell expuso sus modelos 407 monomotor, derivado del venerable “LongRanger”, y 430 bimotor, heredero del modelo 222 mejor conocido como el “Lobo del Aire”. Una de las sorpresas vino de la aviación rusa, con el curioso avión-cargo de aterrizaje y despegue cortos Antonov An-74TK, y la performance diaria del avión-bombero An-32M “Firekiller”. Finalmente, el constructor checo LET llegó a festejar en FIDAE la certificación de su modelo L-410 UVP-E20 para 19 pasajeros, mostrando el aparato entregado en Argentina a la compañía Aero-Andes.

Para algunos, y tal vez muchos, esta feria quedó marcada por la llegada del tenista chileno Marcelo Ríos a la cabeza del ranking ATP, después de una memorable victoria contra nada menos que André Agassi, lo que provocó un rugir de satisfacción que hizo olvidar durante un instante los ruidos más habituales de una feria aeronáutica. Fue como si Chile hubiera ganado, por fin, la Copa del Mundo de Fútbol. Por el lado menos anecdótico, también fue en 1996 que se habló por primera vez de la eventual supresión del aeropuerto de Cerrillos, gatillada por continuas quejas de los vecinos.

Base Aérea El Bosque se hizo chica frente a esta fiesta y ahora teníamos Cerrillos para seguir celebrando con más invitados pero ¿Cómo es eso de que quieren cerrar el aeropuerto? Pronto se nos vendrá la respuesta. (Rafael Shinya)

Fuente: FIDAE SKIES (CIELOS DE FIDAE)

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FIDAE 1998, Los Cerrillos